viernes, 6 de mayo de 2011

Las raíces - El chakra de la base.



Así, si tenéis miedo a establecer raíces con la Tierra y con la fisicalidad, por razones que son siempre válidas, tanto las unas como las otras, intentaréis atar vuestro edificio para no echaros a volar, ¿no es así?

Por eso, crearéis esas ataduras echando raíces en el otro. ¡Entendedlo bien! No en la Tierra, sino en el otro. Esas raíces se vuelven zarpas, tentáculos, grandes amarres que os ligan al otro: es lo que nosotros llamamos «echar raíces en el otro». Algunos de vosotros echáis raíz en la energía de la plata. ¿Qué hay de más volátil que la plata, no es cierto? Otros de vosotros echáis raíces en una casa, un lugar fijo; utilizáis el lugar físico como una búsqueda de identidad, de seguridad, pues vuestras raíces de la base no están unidas a la Tierra. Os arriesgáis así a ataros a vuestros muebles, a vuestro coche o a vuestra casa como si fuera vuestro único bien en el planeta Tierra. Pensáis que exageramos, ¿no es verdad? ¡En absoluto!

También podéis echar raíces en vuestro hijo o en vuestros hijos. Pues si estáis desenraizados, automáticamente, por un reflejo muy terrestre y condicionado, querréis ir a ataros.

Pensáis así asegurar la carencia, la no-solidez de vuestra propia base. Sin embargo, existe un ligero peligro al tomar raíz en seres queridos, pues esos seres sobre los que os enraizáis pueden, del día a la noche, dejaros.

¿Qué pasará entonces? Podréis elegir entre volver a echar raíces sobre alguna otra persona o querer moriros, querer dejar el planeta y, ciertamente, desarrollar una rabia, una cólera, una revuelta contra Dios acusándolo de haberos quitado vuestro apego.

Las raíces, los apegos, pueden también desarrollarse en otros chakras para compensar la falta de enraizamiento de la base.

Nos hemos encontrado con seres encarnados, en el planeta Tierra, cuya base está enraizada en el Cielo. Esos seres intentan sublimar la energía sexual sin utilizar herramientas como los mantras, los cantos gregorianos o el tantrismo, que ayudan a subir la energía sexual manteniendo el equilibrio de toda la estructura. Podéis, claro, intentar sublimar la energía sexual o negarla creando raíces en otra parte y así intentar dominar vuestros vínculos de apego más que vivir verdaderamente el chakra de vuestra base en su flexibilidad y en su fluidez.

Así, esas raíces sublimadas son falsas, crean vínculos de dependencia que conllevan sufrimiento y destrucción en vosotros mismos y en el otro. Es lo que podéis encontrar en vuestra base.

Es muy importante que descubráis esos vínculos, esas asociaciones con otros chakras, para que podáis comprender aún mejor quién sois en esta encarnación, y así permitir la sanación y la armonización de esas fábricas de amor, de esas fábricas de luz que son vuestros centros de energía.

Podéis también intentar la experiencia de manteneros constantemente en las altas esferas, en el Más Allá o entre el Más Allá y el Aquí Abajo, aunque así os arriesgáis a vivir rápidamente síntomas muy desagradables, que significan que esas altas esferas no son realmente la expresión de la vida. Vuestra naturaleza profunda es a la vez espiritual y profundamente terrestre. No intentéis encontrar la espiritualidad en otra parte.

A escala planetaria, cuanto más separado se halla un ser humano de la vitalidad y de sus raíces terrestres, más su chakra de la base se vuelve vulnerable y fácilmente agredido, pues ha perdido su movimiento natural. Ha perdido su sentido mismo, su función espiritual. Esto deja la puerta abierta a las agresiones, a las compulsiones, a las distorsiones. Esta energía es utilizada, no en la luz, no en una necesidad de unión con otro, sino más bien en un movimiento de destrucción hacia el otro o hacia sí mismo.

Imaginad que vuestro chakra de la base es como un receptáculo de energía espiritual. Este último tiene raíces dirigidas hacia el sol y hacia arriba. El movimiento natural de la circulación de esa energía está siempre relacionado con la atracción terrestre, ley de la fisicalidad. La movilidad de esa energía se hará naturalmente a través de las raíces de abajo (llamadas inferiores: chakras adyacentes secundarios de las caderas, rodillas, tobillos, pies) y de las raíces de arriba (lla­madas superiores: comunicación con los chakras adyacentes tales como el hara, el plexo, el corazón, etc.).

Ese receptáculo está constantemente en comunicación con todos los otros receptáculos que están cerca de él. No obstante, si os decidís a cortar las raíces que se dirigen hacia el sol, estaréis obligados a conectar vuestra base a los chakras adyacentes a través de sus raíces superiores. Así, privilegiaréis consciente o inconscientemente las raíces superiores en detrimento de las raíces inferiores. Esto limita la circulación de la energía vital y crea disfunciones de la base.

No obstante, la energía espiritual de vuestra base es una energía incondicional; no os juzga. ¡No lo olvidéis! Incluso si decidís utilizar esta energía en un movimiento de compulsión o de retención, circulará a pesar de todo, pues es incondicional. No obstante, no circulará con la misma fuerza que si la dejaseis libre y permitieseis su movimiento sin juzgarla, sabiendo cómo dirigirla hacia sus raíces de abajo y hacia las de arriba. En este momento, sobre vuestro planeta, el chakra de la base de los seres vivos no goza de salud, razón por la que vuestra sociedad y los seres humanos le prestan tanta atención. Es a través suyo que se manifiestan, así, muchas enfermedades.

Es posible utilizar la energía espiritual de vida alojada en este chakra, no para una compulsión o una destrucción, sino como un alimento dirigido hacia todos los otros chakras, tanto hacia abajo como hacia arriba.

Sin embargo, para que pudieseis respirar la energía espiritual de vuestra base, permitiéndole nutrir al resto de vuestros chakras y nutrir vuestra relación con la Tierra, es importante volverse «uno» con esta energía. Esta relación de unidad debe ser incondicional, totalmente pura, en el amor, la aceptación y la acogida.

La expresión del chakra de la base en vuestra cotidianeidad se lee a través de vuestra capacidad de bailar en la fisicalidad. Utilizamos la palabra bailar simbólicamente. Podríais estar paralizados y bailar a pesar de todo con la energía de la materia. No olvidéis que tenéis la capacidad de espiritualizar todo lo que tocáis, desde elevar la materia a reconocer la energía de amor que existe en ella, pues la materia no está alejada de Dios. Dios está en todas partes.

La Fuente está en todo lo que es material y no material.

¿Qué significa «bailar» en la materia? Bailar en la materia es la capacidad natural que emana del chakra de la base; es la capacidad de fluidez, de libre circulación, de adaptación de las necesidades fundamentales y de flexibilidad frente a toda forma de densidad. «Bailar en la materia" toca directamente vuestra capacidad de no volveros rígidos o de no pro­yectar vuestros miedos frente a los obstáculos que se os pre­sentan en la fisicalidad. «Bailar en la materia» significa mantener una fluidez frente a los obstáculos o a todo aquello que no pertenece a vuestro tono vibratorio. Os ha sido dado el poder elevar, a través del chakra de la base, vuestras vibra­ciones y las vibraciones de la materia que os encontráis en Tierra.

Para acabar esa porción de enseñanza, os damos el ejem­plo de un autodenominado maestro espiritual y planteamos algunas preguntas. ¡Meditad sobre esto!



Si un maestro corta sus propias raíces en presencia de un grupo, ¿qué es lo que el grupo proyectará sobre su maestro y viceversa? Inseguridad, poder, seducción, miedos y dudas. Si el maestro está separado de sus raíces, ¿cómo puede absorber esa energía para hacerla circular? ¿Cómo puede ser un canal si su base está bloqueada? Si el maestro juzga a la materia, ¿cómo puede dirigir a los humanos a espiritualizar la materia? Si el maestro no responde a sus necesidades vitales, ¿cómo puede ayudar a los humanos a responder a sus necesidades? Si este mismo maestro se apega a la materia y vive con la ilusión de poseerla, creándose así un chakra de la base rígido, ¿cómo puede transmitir el desapego? Si el maestro no reconoce la importancia de la energía sexual o, al contrario, si ese maestro se apega a la energía sexual, ¿cómo puede transmitir el tantra? Si ese maestro ha dado su chakra de la base a su esposa o a su esposo, ¿cómo puede guiar a los demás? Vuestro chakra de la base pertenece a vuestra Esencia.

Sois su maestro. Vuestro chakra de la base es una joya. Utilizad su energía para nutriros, elevaros. Sabed que este chakra es sagrado. 




Fragmento del capitulo 3: El chakra de la base. del libro Maestro de sus chakras, maestro de su vida, de Marie Louise Labonte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario